El Mesón de los Laureanos: un rincón en el pueblo señorial del Quelite

Culiacán, Sinaloa 20 de diciembre.- Entre las amapas y ébanos que resguardan el poblado Nuestra Señora de Guadalupe del Quelite, con olor a piedra colonial y madera revolucionaria, se encuentra un mesón, el cual hospedaje a quien decida conocer dicho poblado cercas de las faldas de la sierra madre occidental. Siendo una tendencia en esta era de postmodernidad, el turismo no se hace esperar en el restaurante que anteriormente, en épocas independentistas era punto fijo de “los Laureanos”, un grupo armado caudillo de la región, de esta forma se crea el nombre de tan popular comedor.

 

Fue el astuto doctor Marcos Osuna por allá del 2004, que emprendió este bello establecimiento en tan ilustre poblado, con el objetivo de interceptar a los turistas que viajaban al apreciado puerto de Mazatlán, el cual en décadas pasadas tuvo un extenso éxito económico debido al turismo desarrollado. Comenzando así una tradición gastronómica en la región, creando una tendencia en los viajeros que optan por conocer el sur del estado de Sinaloa.

 

    "Si yo no lo hacía, no lo iba a hacer nadie. Y el turismo no es solo una fuente de ingreso, es conocer gente, es cultura y una forma de no enterrar al mexicano, ni a la ruralidad”, expresó Osuna.

 

Todo esfuerzo trae consigo mismo una recompensa kármica, para el encargado del mesón y la comunidad de la sindicatura de El Quelite, ha significado una derrama turística inmensa en las ultimas décadas, siendo una tradición el ser visitado por celebridades, y estar posicionado en una pared para reconocimiento de la preferencia del establecimiento. Así pues, en 2015 el restaurante fue galardonado con el premio CANIRAC, a la excelencia gastronómica, siendo un hito para la comunidad quelitera.

 

En el presente, aún a pesar de la inseguridad en la región, los turistas visitan constantemente el mesón, siendo una parada frecuente para el extranjero y local que desee degustar en el bello pueblo señorial un pedazo de la gastronomía regional sinaloense y mexicana, la cual enaltece aún más la cultura y tradición de un estado tan rico en biodiversidad, así como en su pasado histórico. A tan solo 30 km de la perla del pacifico, puntualicemos el consumo local en la región y el apoyo a emprendimientos que desarrollen por completo pueblos alejados de las grandes urbes demográficas. Compartamos pues también el sazón y el olor tan esplendido que se tiene en el estado y disfrutemos del mesón de los laureanos.